Pública En la actualidad contamos con una gran variedad de marketplaces específicos para diseñadores, incluso encontramos algunos que se especializan en ciertas disciplinas dentro del diseño. Parece un modelo de negocio que funciona, ya que ayuda a conectar a creadores con potenciales clientes sin límites de ubicación o presupuesto, por ejemplo.
Cada uno de los marketplaces viene dado por sus propias normas o condiciones impuestas, tanto para los creadores como para los clientes. Pero sin duda, es en el caso de los creadores donde se observa una gran presión dada en gran parte por estas condiciones impuestas sumadas a la competencia salvaje del mercado.
En mi caso, me ha llevado a reflexionar sobre cómo esta competencia hace que los precios de los servicios ofrecidos por algunos creadores en estos marketplaces lleguen a niveles en los que cueste entender cómo resulta rentable. Estos servicios a estos precios tan bajos hacen que se cree una competencia desleal para los que optan por remuneraciones razonables o acordes al servicio y calidad que ofrecen, creando un mercado que a pesar de crear grandes oportunidades presenta un patrón potencialmente peligroso y valores éticos más que razonables.
Os dejo los tres casos que he elegido a continuación:
Fiverr es una plataforma web en la que ofrece la oportunidad de crear ingresos extra a creadores y diseñadores conectándolos con potenciales clientes a nivel internacional. Hace que contratar y contactar con un freelancer resulte muy sencillo. Se pueden encontrar todo tipo de freelance en esta plataforma, desde alguien que gestione tu campaña de marketing en redes sociales, a un especialista en tallar en árboles. Además, los precios son muy competitivos, pudiendo contratar profesionales por menos de 5$.
Permite al cliente evaluar al instante la capacidad del creador a través de cuatro niveles. Estos niveles se calculan en base al tiempo de entrega del proyecto, de la satisfacción de los clientes y de la calidad del servicio ofrecido. En general, el cliente tiene mucho poder, ya que puede cancelar proyectos si no se cumplen todas las condiciones o si no queda satisfecho, por ejemplo.
Si os interesa ver el nivel de calidad de trabajo que se puede llegar a lograr por precios muy bajos, os recomiendo que echéis un vistazo a alguno de estos vídeos, donde se compara el trabajo de diferentes diseñadores con presupuestos de todo tipo para un mismo proyecto.
Toptal sirve, al igual que Fiverr, como enlace entre clientes y freelancers a nivel internacional. Pero el modelo de Toptal es un poco diferente. Los creadores de Toptal tienen que tener experiencia y ofrecer una calidad mínima para poder formar parte de la plataforma. Estos freelancer pasan por procesos de entrevistas como si de un empleo regular se tratase. Este tipo de plataformas se conocen como vetted freelancer marketplaces, categoría en la que Toptal es líder.
La plataforma crea ingresos quedándose con un porcentaje de los ingresos que generan los creadores, pero son ellos los que fijan los precios. En comparación con Fiverr, se puede observar como los precios son más justos y proporcionales a los servicios que se ofrecen.
Society6 es una plataforma con un planteamiento algo diferente a las dos anteriores. A pesar de que algunas de las creaciones ofrecidas en esta plataforma sea personalizables, aquí el creador ofrece su producto directamente, no tanto su servicio. Es un modelo más parecido al conocido Etsy, muy utilizado por artistas y diseñadores.
En esta plataforma se puede encontrar desde muebles hechos a mano hasta ilustraciones digitales.
En la mayoría de casos, Society6 se queda con el 10% del precio final del producto vendido por el artista o diseñador. Cada uno de ellos cuenta con un perfil que funciona como si fuese una tienda, en la que se exponen todos los productos disponibles del creador, así como sus seguidores, perfiles a los que sigue y reseñas.
Este es un espacio de trabajo personal de un/a estudiante de la Universitat Oberta de Catalunya. Cualquier contenido publicado en este espacio es responsabilidad de su autor/a.